Realmente el hotel es muy bonito, sus instalaciones son de calidad. El personal atiende bien. La zona de piscina y el solárium están bien y no tienes que madrugar para reservar la hamaca aunque tampoco hay nadie del hotel que lo controle depende de los huéspedes y como siempre hay de todo aunque generalmente no testan reservadas por las típicas toallas abandonadas cogiendo sol. Dicho lo bueno, el servicio en el restaurante no tenia personal suficiente y las instalaciones son pequeñas para un hotel tan grande, siempre había que hacer cola. La comida no esta a la altura del resto de servicios, las elaboraciones no eran propias de un buen chef. Yo nunca he comido tan mal en ningún buffet aunque para mi pareja era aceptable aunque no excelente ni mucho menos y para los críos pues noes que tengan mucho donde elegir. El restaurante Guayre a la carta sus precios son exagerados para lo que ofrecen y por supuesto si vas con un niño y el chef no opta por hacerles unos macarrones se quedara sin comer, eso si muy bonito. El bar Fataga pues las actuaciones están bien para adultos ,variadas. Los cocteles pues hubo de todo normalito, fatal y después de quejarnos bien, casi regular. El hotel es tranquilo y puedes pasar unos días relajado y en líneas generales bastante bien. Si se pudiera repetiríamos pero sin contratar comidas.
Stay in the hotel: September 2015