Hotel muy ruidoso, lleno de alemanes muy escandalosos y guarros, la comida muy poca variedad solo dos platos a elegir lo demás son guarniciones, la bebida muy cara y además viene el jefe de camareros corriendo en cuanto la pides a cobrártela no sea que te escapes, te da unos golpes en la mesa mientras que estas comiendo y te dice: “que vengo a por el dinero” no me parecen buenas formas. La limpieza deja mucho que desear ya que al abrir la cama había mosquitos muertos en las sabanas. El mobiliario muy viejo. Te venden la piscina como una piscina enorme con jardín y en realidad es una moqueta verde con un charco en medio. La playa de esa zona tiene muchas piedras. Supuestamente nos dieron una habitación con vistas al mar, y lo único que se ve es la pared del edificio que tapa todas las vistas ya que esta pegadísimo a las terrazas del hotel.
Stay in the hotel: July 2011