Aunque la estancia ha sido corta no ha estado del todo mal. Las instalaciones requieren de bastante mantenimiento y algo más de limpieza, en cuanto a las habitaciones se refiere. El spa se compone de un jacuzzi, una sauna seca y otra húmeda, unas duchas y una piscina cubierta. No es muy allá, pero sirve para desconectar. El personal muy amable y atento... La cena escasa en cuanto a variedad solo dos opciones de primero y segundo. Las instalaciones están divididas en varios edificios la recepción con algunas habitaciones y el comedor, lobby en un edificio el spa en otro edificio y el resto de habitaciones en otro edificio todos separados y es necesario salir al exterior para ir de uno a otro si llueve como fue el caso, mal apaño. El desayuno un poco desastre pues solo tienes una tostadora pequeña y antigua para todo el comedor y se forman colas demasiado largas para tostar el pan, eso sí, el bufet bastante variado, e igualmente, el personal maravilloso. Un entorno idílico, volveremos, sin duda.
Stay in the hotel: November 2016