El hotel es excelente, ideal para parejas o matrimonios que viajen sin niños que deseen un alojamiento de altísima calidad y gozando de una tranquilidad extrema con una atención impecable y unas instalaciones magnificas.

Se trata de un hotel para pasar unos días de descanso en unas instalaciones muy cuidadas, con un jardín tropical exuberante. El Spa con su estilo oriental, es seguramente el mejor de la isla una acierto que no se permita la entrada a menores. Son especialmente destacables las cenas en los tres restaurantes temáticos a la carta. Es una gran suerte que todavía queden sitios donde no haya que acudir a un buffet. La calidad del servicio y comida son excelentes globalmente. Tomamos un arroz con bogavante en La Parrilla magnífico, no asi resultó una sopa de pescado en El Papagayo, pero la media es muy alta. Hubo algunos aspectos negativos menores pero molestos por su reiteración: el botones trató de dejarnos unas maletas que no eran nuestras. El último día no figurábamos en la lista del desayuno. En el Spa uno de los días figuraba con nuestro número de habitación otra persona, y por último al salir figuraba un cargo del restaurante Papagayo que no nos correspondía. En definitiva un lugar muy recomendable y con una buena relación calidadprecio.